JÚBILO

JÚBILO

Júbilo es un espectáculo que mantiene un encuentro real e intergeneracional con el público.
Once jubilados en escena llevan a cabo un trabajo performativo donde cuentan parte de su historia y conectan con el público al que no le queda más remedio que rendirse a un documento vivo.
A través de acciones físicas y documentos auto-biográficos, los actores desvelan una realidad llena de prejuicios que la sociedad tiene hacia la tercera edad. Sin embargo, la ternura que despierta el espectáculo, lleva al espectador a identificarse totalmente con las personas que se encuentran en escena.

Rompiendo cualquier estructura dramática,
Júbilo se adentra en el terreno de la
performance, llevando a escena a personas
reales, sin técnica artística alguna, donde la
fuerza de sus acciones, siempre bajo la
búsqueda de lo real, son irrepetibles.

Este espectáculo trata de lanzar una serie de preguntas al espectador para que éste reflexione acerca de la
existencia, el obsoletismo de los cuerpos, las relaciones humanas y el paso del tiempo. Echando una mirada
sobre el pasado y el presente de los actores, y sobre sus cuerpos moldeados por el paso del tiempo, tenemos
la oportunidad de empatizar con las personas que están en escena. De alguna forma, esta obra trata de
romper la barrera generacional constituida entre personas que tienen una edad diferente, y hacer reflexionar
al espectador sobre la idea de que la diferencia de edad no es un impedimento para las relaciones humanas,
sino, más bien, una ventaja desaprovechada

SINOPSIS DEL ESPECTÁCULO.

“Una mariposa en su edad temprana es una larva, algo que asociamos a cuerpos en descomposición. Pasa
la mayor parte de sus días así, hasta que se momifica, permaneciendo casi inerte durante la metamorfosis. Y no
es sino en sus últimos días cuando rompe su crisálida y vive, revoloteando, la plenitud de su cuerpo”.
Fernando Valenzuela.

El montaje de JÚBILO está construido desde la realidad de los propios actores. Su estructura dramatúrgica
es una involución del ciclo de vida de las personas, asemejándose así al ciclo vital de las mariposas. Una persona
tiene la capacidad de gozar de la vida en el momento en que tiene una experiencia acumulada, igual que su
cuerpo, y solo entonces podrá mirar al mundo desde una perspectiva diferente de aquel que carece de dicha
experiencia vital. Por supuesto, este planteamiento encierra una utopía trágica intachable. Nos encontramos
ante una obra no narrativa, no ilustrativa, sino ante un montaje compuesto por una serie de acciones que
componen una serie de ideas concretas. JÚBILO, por el poder de la presencia real del cuerpo de los actores, y por
la capacidad de llevar a cabo acciones reales, irrepetibles y simbólicas, es una obra que no deja indiferente a
nadie que se encuentre con ella. Trata de colocar en escena a personas que por alguna razón han sido tachadas
de obsoletas, y han dejado de servir para el sistema en el que vivimos, pero JÚBILO, en lugar de mostrar la parte
negativa, trata poner en escena lo positivo; el concepto de júbilo está basado en la idea de mirar hacia adelante
y no dejar que el peso de la edad cultural nos hunda en el reino de las sombras.